Queridos hermanos en Cristo Resucitado:

Nos encontramos en una alerta sanitaria a nivel mundial debido a un virus que está atacando a todo el mundo por igual. Tras el gran disgusto que ha supuesto la suspensión de nuestros cultos, así como los de todas las hermandades, y la suspensión definitiva de las procesiones de Semana Santa solo nos queda pensar en superar este trance. Sabemos que haciendo caso a las autoridades sanitarias saldremos de esta situación, que ahora nos agobia y nos preocupa.

En primer lugar, me quiero preocupar por vosotros, por vuestros familiares, por vuestros seres queridos y por vuestros amigos. Espero que nadie se vea afectado por este terrible virus. Pero también quiero aprovechar esta ocasión para dar mucho ánimo a los sevillanos, los cofrades, los hermanos de la Resurrección. Somos gente fuerte, aguerrida. La ciudad ha superado muchas situaciones más difíciles que ésta: invasiones, guerras, la peste, la gripe que diezmó nuestra ciudad… y todo lo ha resistido. Ojalá que dentro de muy poco esto no sea más que un mal recuerdo.

En estos momentos lo que tenemos que hacer es quedarnos en casa recogidos con nuestras familias, ayudándonos y apoyándonos y rezando, rezando mucho, por todos los que han padecido ya esta enfermedad y se encuentran en el cielo en brazos de nuestro Señor Resucitado. También por aquellos que están ahora en los hospitales, en las UVI, en una situación grave. Y por los contagiados no tan graves pero que se encuentran aislados en sus casas y por todos los que dentro de unos días pasarán por la misma situación, ya que este mal parece no haber tocado techo.

Estos días en los que deberíamos haber celebrando nuestro Quinario en Santa Marina y nuestra Función Principal debemos unirnos más que nunca y pedir para que este problema pronto quede solucionado, colaborar en todo lo que nos pidan el Gobierno, el Ayuntamiento y las autoridades sanitarias. La Junta de Gobierno ha intentado paliar la suspensión de los cultos tradicionales con otros virtuales y de esta forma hemos preparado el Quinario, el Viacrucis y la Función Principal de Instituto de forma que durante unos momentos todos nos sintiéramos en comunión, como la gran Hermandad que somos.

Tenemos que pedir mucho a Dios por esos héroes de batas blancas y verdes que ahora mismo se están jugando la vida en primera línea por nosotros que estamos en casa. No nos podemos ni imaginar lo que es ahora mismo el campo de batalla, los hospitales con pocos medios, muchos enfermos, sanitarios contagiados ya por ese contacto diario para poder atender a los demás. Ellos son los verdaderos héroes estos días. Hagamos caso a nuestras autoridades civiles y militares, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a todos los que solamente buscan nuestro bien y aportan su grano de arena para que salgamos pronto de esta situación.

Finalmente os quiero pedir que nos unamos todos en un abrazo muy fuerte junto a Jesús Resucitado y a la Virgen de la Aurora, el Amor de Santa Marina, para que pronto salgamos de esta situación y podamos volver a encontrarnos como todos los días en nuestros actos, en nuestros cultos y nuestra iglesia, en nuestra Hermandad. Os mando un abrazo muy fuerte de parte de la Junta de Gobierno y os deseo mucha paz y mucha calma en estos días tan difíciles que nos ha tocado vivir.

Un abrazo muy fuerte a todos. Que Jesús Resucitado y su bendita madre la Virgen de la Aurora os protejan siempre.

Miguel Ángel Pérez Fernández
Hermano Mayor