Un año más, el ya tradicional Belén de nuestra Hermandad ocupa parte de la nave de la epístola de Santa Marina para acompañar y evangelizar plásticamente este Adviento y Navidades que estamos viviendo. Y por supuesto invitar a la contemplación y disfrute de sus detalles a todos aquellos que se acerquen a nuestro templo.
En esta ocasión, el grupo de hermanos encargados de su montaje e instalación han vuelto al estilo tradicional, o hebreo, para plasmar tres escenas que, en conjunto, forman el Belén. Al estar realizado para ser contemplado a tres caras, cada lado muestra una escena principal. En la izquierda observamos la Anunciación a la Virgen. En el centro, elevado ligeramente para dotarlo de protagonismo, importancia y vistosidad, el Nacimiento de Jesús con la Epifanía de los Reyes de Oriente. En la izquierda, la Anunciación a los pastores que pregona la buena nueva.
Y como es ya tradicional, muchos son los detalles que llenan cada rincón del montaje, y muchos los simbolismos y guiños que guardan. El principal es la estancia de la Divina Pastora en Santa Marina en el triduo preparatorio de su Coronación Canónica. En un árbol, un zurrón colgado, un cayado junto a un sombrero y una oveja con flores en la boca recuerda esa presencia de la Virgen como Pastora del rebaño de almas que peregrinamos en la tierra.
En otro lado, hacemos un guiño al Año Jubilar de la Esperanza. Un ancla sobre un cojín de terciopelo rojo y unas flores con los colores del logotipo del Año Jubilar (amarillo, azul, verde, blanco y rojo), recuerdan a esta importante efeméride que toda la Iglesia ha celebrado durante este año y que inauguró el fallecido Papa Francisco.
Además de eso, muchos más detalles se dispersan por los rincones del Nacimiento. Multitud de animales e insectos que hacen las delicias de los niños que contemplan el Belén e intentan buscarlos. Palomas, jilgueros, aves rapaces, ratones, conejos, lagartijas, perros, gatos, vacas, ovejas… Todos ellos simbolizan la regeneración y la vida en la tierra, esa regeneración que a los humanos nos vino con Jesucristo y su redención del Pecado Original con su Encarnación, Nacimiento, Pasión, Muerte y Resurrección por nuestra causa. Símbolos suyos son el pavo real, las mariposas y los caracoles que se sitúan cerca del portal.
Muchos más son los detalles que se engloban en las distintas escenas, y que desde aquí invitamos a descubrir en vuestra visita a nuestra sede canónica y nuestro belén. Estará expuesto todavía hasta el 11 de enero en horario de apertura del templo para todo aquel que desee contemplarlo.

































